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24 - 09 - 2024

Informe de evidencias de agosto de 2024

DOCUMENTOS PROPIOS | SERVICIO DE REFERENCIA Y CENTRO DE DOCUMENTACIÓN Autora: Aurora Rodríguez Ródenas. Documentalista. Área de Gestión del Conocimiento que presta sus servicios en el Creap a través de Grupo 5 Acción y Gestión Social S.A.U. El Servicio de Referencia del Centro de Referencia Estatal de Atención Psicosocial a Personas con Trastorno Mental Grave (Creap) del Imserso en Valencia publica el informe de evidencias de agosto de 2024 (567 kb). Informes y estudios En el informe de evidencias del mes de agosto, se ha incluido un informe de situación titulado Juventud con discapacidad en España 2024 del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) realizado en julio de 2024. En dicho documento se actualizan los datos referentes a los jóvenes con discapacidad en España con el objetivo de que sigan sirviendo como referencia para orientar el diseño de las políticas públicas. En este informe se tratan datos sociodemográficos relacionados con: la educación, atendiendo al nivel de estudios de la población joven con discapacidad; el empleo, centrando el estudio en la accesibilidad al mercado laboral y en el puesto de trabajo, para determinar cuales son las limitaciones de los jóvenes con discapacidad dentro del ámbito laboral; la salud, en cuanto a la atención y los recursos sanitarios; la autonomía, fundamental para personas jóvenes con discapacidad. Literatura científica Dentro de la sección de literatura científica, destacamos una revisión incluida en la revista Archives of Women's Mental Health, titulada Digital screening for mental health in pregnancy and postpartum: a systematic review, en la que se parte de la base de que el 20% de las mujeres embarazadas se ven atravesadas por trastornos de salud mental durante el embarazo o durante el primer año de puerperio. Las autoras exponen que, el cribado digital (herramientas de cribado válidas y fiables en formato digital) de la salud mental en el embarazo y el postparto, puede suponer un beneficio a la hora de detectar, tratar y derivar los problemas de salud mental. Por ello, el objetivo de la revisión sistemática es determinar cuáles son los inconvenientes y los facilitadores para implementar este cribado digital. Material de congresos, cursos y jornadas Se incluye la conferencia ¿Tristeza o depresión? que tuvo lugar el 30 de agosto de 2024, en el Ateneo Mercantil de Valencia en el que participó la ponente DªCarmen Leal Cercós, presidenta de la Real Academia de Medicina de la Comunitat Valenciana. Moderó el encuentro Dª Elena Obrador Pla, profesosa titular de fisiología en la Facultad de Medicina de la Universitat de València. En esta jornada se abordan las diferencias entre la tristeza o respuesta normal ante un suceso desencadenante, su intensidad y la gravedad de la misma; y la prevalencia de una enfermedad mental, los problemas de screening y las diferencias sociodemográficas en los diagnósticos, entre otras cuestiones. Salud mental alrededor del mundo Una de las notas de prensa que se recogen del mes de agosto, hace referencia a un artículo de la revista Encuentro de la Confederación Salud Mental España, sobre el racismo y las consecuencias en la salud mental de las personas racializadas. El artículo recoge los datos del Ministerio del Interior correspondientes a 2023 con respecto a los incidentes por delitos de odio en España, que asciende a 1606 incidentes relacionados con el racismo y la xenofobia. Asimismo, se recogen otros eventos noticiables como una nueva investigación de la Universidad de Cardiff sobre la perimenopausia (los años que rodean al final del periodo menstrual) y el riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos; o el programa «Eurovida Salud Mental» para la inclusión sociolaboral de personas con TMG y/o adicciones en proceso de recuperación. Más información sobre el Servicio de Referencia Informe de evidencias de agosto de 2024 (567 kb). Otros Informes de Evidencias de 2024. Servicio de Referencia del Creap. Formulario de solicitud de consulta. Recursos de apoyo a la investigación.

martes, 24 septiembre 2024 09:42

26 - 09 - 2023

Salud mental y ciclo menstrual. Un abordaje necesario.

INVESTIGACIÓN | GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO Autor: Jorge Marredo Rosa. Psicólogo investigador. Coordinador del área de Gestión del Conocimiento, que presta sus servicios en el Creap a través de Grupo 5 Acción y Gestión Social S.A.U. Introducción La menstruación es un proceso fisiológico cíclico que se caracteriza por cambios hormonales programados. El ciclo menstrual normal tiene una duración promedio de 28 días, aunque puede variar de 21 a 35 días [1]. Se distinguen cuatro fases: menstruación, folicular, ovulatoria y lútea [1]. Durante la menstruación ocurre el desprendimiento del endometrio uterino. Luego, en la fase folicular los niveles de estrógenos comienzan a elevarse para estimular el desarrollo folicular en los ovarios. La fase ovulatoria culmina con la liberación del óvulo. Finalmente, la fase lútea se caracteriza por la producción de progesterona que prepara el útero para un posible embarazo [1]. Diversos estudios indican que las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual pueden afectar la salud mental de algunas mujeres [2-5]. Específicamente, se ha observado una mayor incidencia de síntomas depresivos, ansiosos y psicóticos asociados con la fase lútea tardía y la menstruación en mujeres vulnerables, es decir que presentan factores de riesgo a la hora de presentar estos síntomas [2-5]. Esta influencia del ciclo reproductivo femenino en el bienestar psicológico es un área de creciente investigación. En el presente artículo vamos a explorar los hallazgos más recientes al respecto, buscando promover una mejor comprensión de este vínculo entre cambios hormonales y estado de ánimo. Fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual que pueden afectar la salud mental Durante el ciclo menstrual normal, los niveles de las hormonas sexuales femeninas como el estrógeno y la progesterona varían siguiendo un patrón cíclico. Según explica un estudio de revisión publicado en 2022, estos cambios hormonales pueden afectar los sistemas de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo, resultando para algunas mujeres en síntomas depresivos, ansiosos y de irritabilidad alrededor de la fase premenstrual y menstrual [4]. Otros estudios señalan que la brusca caída de estrógeno y progesterona al final de la fase lútea, justo antes de la menstruación, podría estar asociada a un aumento del riesgo de suicidio, psicosis y hospitalización psiquiátrica en mujeres vulnerables [5]. Asimismo, se ha observado una mayor sensibilidad a estas fluctuaciones hormonales en mujeres con trastornos como la depresión mayor, el trastorno bipolar y el trastorno límite de personalidad [6]. Conviene recordar que, aunque no todas las mujeres experimentan estos cambios, un subgrupo parece ser más susceptible a los efectos de las variaciones hormonales sobre el estado de ánimo y la salud mental debido a lo que se conoce como «sensibilidad hormonal». Se necesita más investigación para entender completamente este fenómeno. Datos y estadísticas relevantes: Varios estudios epidemiológicos arrojan datos interesantes sobre la prevalencia de los trastornos mentales y menstruales, así como las diferencias entre hombres y mujeres en este aspecto. Por ejemplo, una investigación publicada en 2022 reportó que alrededor del 11% de las adolescentes encuestadas en India declararon tener irregularidades menstruales, y aquellas con síntomas depresivos de leves a moderados tenían el doble de probabilidades de presentar estas irregularidades [7]. Otros hallazgos importantes indican que los ingresos psiquiátricos de urgencia son un 48% más altos de lo esperado durante la fase perimenstrual del ciclo [8], y que cerca del 60% de las mujeres con trastornos del estado de ánimo como la depresión mayor experimentan exacerbación de síntomas premenstruales [9]. En cuanto a diferencias entre sexos, los estudios coinciden en que los trastornos sensibles a las fluctuaciones hormonales como la depresión, ansiedad y el trastorno bipolar afectan alrededor del doble de mujeres que de hombres [10]. Esto resalta la necesidad de investigar a profundidad los vínculos neuroendocrinos entre el ciclo reproductivo femenino y la salud mental. Impacto de los cambios premenstruales en la función cognitiva de las mujeres: Algunos estudios han explorado el efecto que tienen las fluctuaciones hormonales durante la fase premenstrual sobre procesos cognitivos como la atención, concentración y memoria en mujeres [6,10]. Si bien los resultados no son completamente concluyentes, se ha observado que muchas mujeres experimentan cierta dificultad para concentrarse, lapsus de memoria y falta de claridad mental en los días previos a la menstruación [6]. Esto podría estar relacionado con cambios en los niveles de neurotransmisores como la serotonina y el gaba provocados por las variaciones en las hormonas sexuales [10]. Específicamente, la caída de estrógenos y progesterona en la fase lútea tardía parece afectar los circuitos cerebrales involucrados en funciones ejecutivas e inhibición cognitiva. Algunas teorías sugieren que esto se debe a la modulación que ejercen estas hormonas sobre receptores como los GABAa, fundamentales para la cognición [10]. Un estudio de 2018 examinó específicamente la función cognitiva a lo largo del ciclo menstrual en un grupo de mujeres con esquizofrenia, encontrando irregularidades menstruales asociadas con peor rendimiento en pruebas de memoria verbal y visual, atención selectiva y velocidad de procesamiento [6]. Las mujeres en fase peri-menopáusica o menopausia mostraron un deterioro cognitivo global más marcado. Si bien no todos los estudios han encontrado esta asociación, la evidencia preliminar sugiere que la cognición femenina podría ser sensible a las variaciones hormonales mensuales. Se necesitan más investigaciones para determinar la magnitud e impacto real de estos cambios a lo largo de diferentes fases reproductivas. El esclarecimiento de los mecanismos involucrados permitiría desarrollar eventuales estrategias terapéuticas para contrarrestar los efectos negativos sobre la función cognitiva. Exacerbación de síntomas en mujeres con TMG Diversos estudios han evidenciado que ciertos trastornos del estado de ánimo y ansiedad muestran un empeoramiento de sus síntomas asociado con etapas particulares del ciclo menstrual en mujeres vulnerables [2,4,5]. Por ejemplo, en el trastorno bipolar se han registrado episodios maníacos o mixtos exacerbados durante la fase lútea tardía o premenstrual [4]. La depresión mayor y el trastorno disfórico premenstrual también tienden a manifestar aumentos considerables de síntomas depresivos, irritabilidad, fatiga y desesperanza alrededor de la menstruación [2,5]. Como se ha comentado, se cree que la brusca caída de niveles de estrógenos y progesterona desencadena estas recaídas en mujeres sensibles hormonalmente. En cuanto a trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico y el trastorno de estrés postraumático, algunos estudios sugieren que la ansiedad, los ataques de pánico y los recuerdos intrusivos de eventos traumáticos se agudizan en la fase lútea tardía del ciclo [4,5]. Los investigadores hipotetizan que la retirada hormonal altera los sistemas cerebrales relacionados con la respuesta al miedo y estrés. También se ha observado una oscilación de síntomas psicóticos asociada al ciclo en esquizofrenia y otros trastornos, posiblemente por cambios en la función dopaminérgica. En conclusión, ciertos trastornos psiquiátricos parecen estar influidos por el ciclo menstrual, por lo que se requiere más estudio para comprender sus bases neuroendocrinas y mejorar el manejo clínico y psicosocial. Intervenciones psicológicas y farmacológicas Varios estudios recientes han explorado posibles estrategias para hacer frente a los síntomas premenstruales que afectan la salud mental de muchas mujeres. La investigación indica que las terapias y prácticas basadas en mindfulness, como la meditación y el yoga, podrían tener efectos positivos en el manejo del estrés, la rumiación y los cambios de estado de ánimo asociados a la fase lútea tardía del ciclo menstrual [1]. Asimismo, se ha observado que realizar actividad física de manera regular contribuye a equilibrar los niveles hormonales y mejorar la sintomatología premenstrual en algunas mujeres [11]. Otras opciones que están siendo estudiadas son los anticonceptivos hormonales y suplementos naturales para reducir la intensidad de las fluctuaciones cíclicas [12]. Un ensayo controlado reciente sugiere que la administración de estrógenos y progesterona en la fase lútea tardía puede disminuir la ideación suicida y síntomas depresivos premenstruales en mujeres con sensibilidad hormonal [13]. Principales factores de confusión que dificultan establecer la verdadera influencia del ciclo menstrual en la salud mental Si bien varios estudios sugieren una asociación entre el ciclo menstrual y la salud mental de la mujer con sensibilidad hormonal, existen algunos factores de confusión que hacen complejo determinar la relación precisa [3,9]. Uno de los principales es la alta prevalencia de trastornos mentales y uso de anticonceptivos en muestras de mujeres en edad reproductiva. Esto dificulta distinguir los cambios atribuibles únicamente a las fluctuaciones hormonales [9]. Otro factor es el sesgo de memoria en estudios retrospectivos y diarios, que puede distorsionar la detección de patrones cíclicos en los síntomas [3]. También existe controversia sobre las definiciones de las fases del ciclo y los calendarios menstruales poco precisos [9]. Por último, variables como el estrés, los eventos vitales y el consumo de sustancias pueden confundirse con cambios asociados al ciclo, si no se registran y analizan de forma rigurosa [3]. Controlar estos y otros factores resulta clave para comprender de manera más certera el papel que juega el ciclo menstrual en la salud mental y bienestar emocional de las mujeres. Se requieren más estudios prospectivos longitudinales que aborden estas limitaciones metodológicas. Conclusiones En conclusión, aunque no todas las mujeres se ven afectadas, la evidencia sugiere que existe una subpoblación con mayor sensibilidad a las fluctuaciones hormonales relacionadas con el ciclo menstrual, experimentando cambios significativos en el estado de ánimo, cognición y comportamiento particularmente en la fase lútea tardía y menstrual [1,2,3]. Esto parece conferir mayor vulnerabilidad a problemas de salud mental como depresión, ansiedad y exacerbación de trastornos previos en estos periodos críticos [4,5,6]. Si bien aún existen factores de confusión y limitaciones metodológicas por abordar [7,8,9], los estudios prospectivos longitudinales y experimentales realizados hasta ahora apuntan a una influencia mensual del ciclo reproductivo femenino en el bienestar psicológico y la salud mental de la mujeres con sensibilidad hormonal. Se necesita más investigación para identificar posibles vías de tratamiento e intervención que ayuden a minimizar este impacto en las mujeres afectadas [10,11,12,13]. Bibliografía [1] Nayman, S., Konstantinow, D.T., Schricker, I.F. et al. Associations of premenstrual symptoms with daily rumination and perceived stress and the moderating effects of mindfulness facets on symptom cyclicity in premenstrual syndrome. Arch Womens Ment Health 26, 167–176 (2023). [2] Hou L, Chen L and Zhang W (2023) The longitudinal predictive effect of self-reported frequency of premenstrual syndrome on depression: Findings from the Australian Longitudinal Study on Women's Health. Front. Public Health 11:1126190. [3] Eisenlohr-Moul, T.A., Bowers, S.M., Prinstein, M.J. et al. Effects of acute estradiol and progesterone on perimenstrual exacerbation of suicidal ideation and related symptoms: a crossover randomized controlled trial. Transl Psychiatry 12, 528 (2022). [4] Nolan, L.N., Hughes, L. Premenstrual exacerbation of mental health disorders: a systematic review of prospective studies. Arch Womens Ment Health 25, 831–852 (2022). [5] Klusmann, Hannah, et al. "HPA axis activity across the menstrual cycle - a systematic review and meta-analysis of longitudinal studies." Frontiers in neuroendocrinology vol. 66 (2022): 100998. [6] Papadea, Danae, Christina Dalla, and Despina A. Tata. 2023. "Exploring a Possible Interplay between Schizophrenia, Oxytocin, and Estrogens: A Narrative Review" Brain Sciences 13, no. 3: 461. [7] Maurya, P., Meher, T. Muhammad, T. Relationship between depressive symptoms and self-reported menstrual irregularities during adolescence: evidence from UDAYA, 2016. BMC Public Health 22, 758 (2022). [8] Reilly, T. J., Sagnay de la Bastida, V. C., Joyce, D. W., Cullen, A. E., McGuire, P. (2020). Exacerbation of Psychosis During the Perimenstrual Phase of the Menstrual Cycle: Systematic Review and Meta-analysis. Schizophrenia bulletin, 46(1), 78–90. [9] Kuehner, C., Nayman, S. Premenstrual Exacerbations of Mood Disorders: Findings and Knowledge Gaps. Curr Psychiatry Rep 23, 78 (2021). [10] Carpenter, J. K., Bragdon, L., Pineles, S. L. (2022). Conditioned physiological reactivity and PTSD symptoms across the menstrual cycle: Anxiety sensitivity as a moderator. Psychological Trauma: Theory, Research, Practice, and Policy, 14(3), 453–461. [11] Mitchel Kappen, Sofie Raeymakers, Steven Weyers, Marie-Anne Vanderhasselt, Stress and rumination in Premenstrual Syndrome (PMS): Identifying stable and menstrual cycle-related differences in PMS symptom severity, Journal of Affective Disorders, Volume 319, 2022, Pages 580-588. [12] Joyce, K.M., Good, K.P., Tibbo, P. et al. Addictive behaviors across the menstrual cycle: a systematic review. Arch Womens Ment Health 24, 529–542 (2021). [13] Eisenlohr-Moul, T.A., Bowers, S.M., Prinstein, M.J. et al. Effects of acute estradiol and progesterone on perimenstrual exacerbation of suicidal ideation and related symptoms: a crossover randomized controlled trial. Transl Psychiatry 12, 528 (2022).

miércoles, 28 febrero 2024 12:36

Resumen Artículo: Estereotipos y prejuicios de género: factores determinantes en Salud Mental, por Marta Castellanos (Área de Trabajo Social)
04 - 06 - 2020

Resumen Artículo: Estereotipos y prejuicios de género: factores determinantes en Salud Mental, por Marta Castellanos (Área de Trabajo Social)

Título Estereotipos y prejuicios de género: factores determinantes en Salud Mental. Resumen Se trata de un artículo que invita a reflexionar sobre los efectos de los estereotipos y prejuicios de género en la práctica clínica cotidiana de los/las profesionales de salud mental. Se parte de una definición básica de las diferencias existentes entre los estereotipos, prejuicios y el estigma, con la finalidad de cuestionar los factores determinantes en la construcción social de las relaciones de género. Se realiza un recorrido bibliográfico acotado en cinco ejes principales: estereotipos, prejuicios y estigma. los estereotipos sociales de género. los estereotipos de género y salud. el enfoque integrado de género en problemas de salud. los determinantes de género en salud mental. Objetivos Avanzar hacia una propuesta metodológica integral con perspectiva de género específica para los profesionales de salud mental que permita averiguar los determinantes de género en salud mental. Contribuir a un futuro protocolo de acción en salud mental. Aspectos relevantes del marco teórico El primer aspecto relevante es la definición de los conceptos, su interrelación y diferencias, manejados a lo largo de todo el artículo; estereotipo, prejuicio y estigma. Los/as autores/as toman como punto de partida la ubicación del estereotipo como una alusión a un componente cognitivo de las actitudes, y el prejuicio, por tanto al componente afectivo. Cuando ambos entran en relación con el componente comportamental se materializan conductas discriminatorias y estigmatizantes. Por otra parte, en su abordaje de los estereotipos sociales de género, entendidos como un conjunto estructurado de creencias y expectativas compartidas dentro de una sociedad, se pone de manifiesto que el género no puede ser visto únicamente como una simple estructura binaria y heteronormativa, ya que se compone de estructuras sociales mutables y flexibles, que cambian y se regeneran constantemente. En este sentido se introduce la perspectiva interseccional, esto es, la unión de los estereotipos de género con múltiples variables sociales. Esta intersección origina un contexto complejo de desigualdades que operan de forma dinámica y continúan condicionando las relaciones de género. Muestran como los estereotipos de género aplicados en el ámbito de la salud, así como en cualquier otro ámbito, influyen en las expectativas que mantienen los/las profesionales de la salud, dando lugar a sesgos en la atención sanitaria. Se realiza un recorrido por los modelos en los roles de género, explicando que su procedencia es el modelo tradicional de género, en el que los estereotipos mediatizaban las diversas formas que tenían los/las pacientes de acceder y consultar en los servicios sanitarios. El modelo de género en transición, y el consiguiente cambio en las relaciones asimétricas y dicotómicas de poder-subordinación, ha comportado para las mujeres y los hombres diferentes procesos protectores ante la enfermedad. Al mismo tiempo, en este modelo se presupone una vulnerabilidad diferenciada para las mujeres, que se atribuye a la acumulación de roles antiguos y nuevos. Una vez realizado este recorrido como eje conceptual se plantea la siguiente premisa en relación al enfoque integrado de género en problemas de salud mental; el reconocimiento de que la unidad mínima de observación y análisis ya no es la persona, esto es, ¿cómo poder aplicar un enfoque de género en la práctica clínica? Lo que se plantea en este artículo es la revisión de la información epidemiológica de las categorías que componen el proceso de salud mental y la identificación de las necesidades específicas en este nuevo planteamiento: Descripción por sexos: imprescindible contar con datos socio-sanitarios desagregados por sexo. Identificación de las diferencias por sexos, es decir, todos aquellos que puedan evidenciar que el sexo es una variable para la definición del problema y que no se debe confundir con el género (trastornos mentales, trastornos del estado de ánimo, incidencia del consumo de sustancias tóxicas, trastornos de la alimentación…etc). Identificar las necesidades específicas de mujeres y hombres: aquellas enfermedades debidas a las diferencias biológicas, pero también la distinta vulnerabilidad biológica a la exposición a factores ambientales y tóxicos. Es decir, incluir la morbilidad y los procesos asociados al ciclo vital. Identificar las desigualdades de género en el estado de salud: aquellas diferencias encontradas por sexos partiendo de la premisa de que se pueden deber a circunstancias sociales discriminatorias. Variabilidad en la atención socio-sanitaria: demanda de tipos de servicios sanitarios, la posible identificación de distintos diagnósticos ante los mismos síntomas y el análisis pormenorizado en torno a los posibles estereotipos que se aplican desvalorizando los quejas o gravedad de los síntomas de las mujeres, así como la igualdad de oportunidades de diagnóstico y tratamiento. Metodología Se basa en una revisión bibliográfica de 13 publicaciones, en las cuales se abordan dos variables en interrelación; el género y la salud mental. De estas publicaciones investigaciones anteriores se extraen y analizan cuantitativamente las siguientes categorías: La prevalencia psiquiátrica en estudios comunitarios realizados en España. La prevalencia- año de los Trastornos de Salud Mental en España. Categorías sociales que activan estereotipos y prejuicios. Los modelos de género y determinantes de salud. Conclusiones A partir del análisis desde el enfoque integrado de género en problemas de salud mental se desprende que, en el Estado Español, el riesgo de mala salud mental es del 21,3% de la población general, pero la frecuencia es casi el doble en mujeres (27%) que en hombres (15,6%). Para explicar esta diferencia se han tenido en cuenta; la hipótesis de la morbilidad, hipótesis de consulta (socialmente está más aceptado que las mujeres acudan servicios sanitarios), de la manifestación de las emociones, del estereotipo, y la hipótesis del control social (tendencia a administrar psicofármacos como forma de control ante conductas no aceptadas socialmente según el estereotipo de género). Asimismo se pone de manifiesto que existen situaciones de microviolencia, que se producen como consecuencia de no tener en cuenta ni las condiciones de vida, ni el trabajo y/o sobrecarga psicosocial que experimentan las mujeres. Esta microviolencia en la asistencia sanitaria viene favorecida por los estereotipos de género; limitación en la comunicación, relación de superioridad mantenida durante el acto médico, la mayor incidencia del aislamiento del exterior y una anulación de quien pide ayuda por una dolencia o enfermedad despojándola de su condición de persona. Por lo que las principales conclusiones de este artículo son las siguientes: La salud mental muestra un perfil dicotómico y socialmente diferenciado. Este perfil se construye en base a las diferencias en la forma de enfermar, los factores de vulnerabilidad psicosocial y de género. Los estereotipos sociales de género influyen en la percepción global de la salud mental, con una tendencia a invisibilizar la importancia de los trastornos mentales crónicos que son los más prevalentes. Los trastornos mentales crónicos están determinados por procesos psicosociales vinculados a formas de vida en relación con el género. Bibliografía Adam, A. , Bernabeu, I. , Pla, I. (2013): Estereotipos y prejuicios de género: factores determinantes en Salud Mental.

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